Las hipotecas multidivisa se comercializaron en España aparentando ser mejores productos para los consumidores, sin embargo, a éstos no se les informó de los riesgos que llevaban aparejados estos préstamos hipotecarios.
En la contratación de este tipo de productos financieros la normativa exige un plus de transparencia, lo que traducido, significa que el cliente debe disponer de toda la información necesaria para saber qué esta contratando. Es demasiado habitual encontrarnos con que a nuestros clientes apenas les han dado información sobre el producto que contratan.
El principal problema de las hipotecas multidivisa es que al ser un producto referenciado a divisas extranjeras, lo que en un primer momento podía parecer atractivo dada la fortaleza del euro, se convierte en un auténtico calvario para los clientes, que pueden ver como, aún pagando religiosamente sus cuotas, el dinero que deben al banco aumenta con cada recálculo del préstamo.
No son pocas las familias que han visto como después de estar años pagando la hipoteca, a menudo cuotas por encima de sus posibilidades económicas, descubren que incluso deben más dinero a la entidad financiera del que pidieron.
Afortunadamente para los consumidores que contrataron hipotecas multidivisa la jurisprudencia ha declarado que no se superan los controles de transparencia y que el préstamo debe entenderse concedido en euros eliminando toda referencia a divisas.